Para no creerlo. La luz del día permitió dimensionar el daño causado por el maremoto en la planta industrial.
Reconstrucción en marcha. La recuperación de diques y talleres es una de las prioridades de ASMAR en este momento.
El principal astillero de Chile inició la reconstrucción con planes para levantar una instalación industrial acorde a los desafíos del siglo XXI.
El sábado 27 de febrero en la noche debía producirse en ASMAR (T) un gran acontecimiento: la botadura del nuevo buque científico “Cabo de Hornos”, acto que encabezaría en calidad de Madrina la ex Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en uno de sus últimos actos públicos, con cerca de dos mil invitados. Pero la naturaleza dispuso otra cosa.
A las 03:34 de la madrugada trabajaban en la planta de Talcahuano cerca de 110 personas, algunas de ellas instalando el casco en la grada de lanzamiento, cuando vino el movimiento grado 8,8 Richter que hizo dar un brusco giro a la planificación de la empresa. A pesar de su magnitud, el sismo sólo causó lesiones menores a un trabajador, mientras que la posterior inundación no causó bajas debido a que la planta fue rápidamente evacuada al percibirse el descenso en el nivel de las aguas. Cuando el mar se retiró se organizaron partidas de búsqueda en buques y talleres, para verificar que nadie hubiera quedado atrapado, comprobándose que, pese a los daños materiales, no hubo pérdidas humanas que lamentar. Un resultado sin duda sobresaliente para esta empresa, orgullo de la industria nacional, que por entonces se alistaba para celebrar el próximo 6 de abril sus 50 años de vida.
UN ASTILLERO MEJORADO
“Parece una de esas paradojas de la vida, pero a los cincuenta años el ASMAR antiguo murió y a partir de eso vamos a reconstruir un astillero mejor para el próximo medio siglo”, comentó el director de la empresa, Contraalmirante Andrés Fonzo Morán, luego de una inspección realizada a la planta el martes 9 de marzo. “A partir del terremoto hay que pensar en ASMAR como una oportunidad de desarrollo. Ahora debemos reconstruir según las nuevas necesidades de la Armada y transformar rápidamente a esta empresa en un astillero moderno, que dé mejores prestaciones a la institución y a la industria marítima y pesquera nacional, con un lay-out mucho más funcional, pensando en el ASMAR de los próximos cincuenta años”, señaló el Contraalmirante Fonzo.
Indicó además que actualmente se están trasladando especialistas y maquinaria hacia ASMAR (V), para terminar trabajos pendientes en buques de la Armada, en un proceso que va a repotenciar las instalaciones de Valparaíso. “Es probable que la dotación de ASMAR (V) la aumentemos entre 100 y 150 personas, justamente para estos efectos, y también estamos trabajando con el dique SOCIBER, una empresa cuyo 50% es de ASMAR, para varar en caso necesario a los buques de la Institución”, informó.
ESPÍRITU DE ASMAR
“Mi sentimiento en ningún caso fue de abatimiento, ya que tuvimos la oportunidad de ver gente tremendamente valiosa, que hizo un esfuerzo sobrehumano desde el primer minuto para ayudar a sus camaradas, iniciar la habilitación del astillero y dejarlo en las condiciones que lo vemos”. Así describió el administrador de la planta de ASMAR (T), Capitán de Navío Christian Johnson Aranda, sus primeras impresiones luego de la catástrofe que afectó al principal polo industrial de la Región del Biobío. Declaró que “hasta hace cuatro o cinco días era imposible circular por la planta y ahora ya podemos ir en vehículo hacia diferentes sectores. Hay talleres que se están levantando y estamos esperando recuperar los servicios básicos para empezar a generar una capacidad productiva. Tengo una tremenda satisfacción por el espíritu de la gente que trabaja en ASMAR, que realmente ha sido de excepción. Eso me ha llamado más la atención que la destrucción que tuvimos con este terremoto”. Explicó que hay un grupo superior a las 90 personas que sufrió daños en sus casas, a las que se está ayudando con brigadas de trabajadores de la propia empresa. Además, se está trabajando entre el Bienestar de ASMAR y el sindicato en un completo catastro de las viviendas afectadas, de manera de prestarles ayuda en el más breve plazo.
RENACER DE ENTRE EL BARRO
Genaro Riffo Paz, ingeniero senior del Taller 38 (Mecánica Naval, Máquinas-Herramientas y Metalurgia), señaló que “nuestra primera prioridad ha sido la limpieza, sacar el barro y tener acceso a las máquinas con el objeto de evaluar daños”.
Indicó que “el trabajo está bastante adelantado, el taller está renaciendo de entre el barro y los escombros, así es que estamos levantándonos de a poco, ha sido rápido hasta la fecha y esperamos tener el mismo ritmo para seguir recuperándonos completamente”.
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