28 jul 2010

Cabo de Hornos resistió el maremoto

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Al amanecer del 27 de febrero, el terremoto adelantó el lanzamiento al mar del nuevo buque oceanográfico “Cabo de Hornos” desde el astillero naval de Talcahuano. En vez del champañazo con la Presidenta Bachelet  en una ceremonia que se había programado para las 21.45 del mismo día, el golpe telúrico y el tsunami sacaron el buque a navegar sin rumbo por la bahía de Concepción.

Desprovisto de propulsión propia, el “Cabo de Hornos” salvó de ser embestido por los escombros que arrastraba el maremoto; mientras era  impulsado adentro y afuera del borde costero… Finalmente quedó sobre un banco de arena. En su imagen de la tarde siguiente, exhibe el alegre empavesado del bautizo náutico suspendido.

Medusa científica

El  buque de investigación fue anunciado por la Presidenta Bachelet el 21 de mayo 2007 ante el Congreso Nacional, como Proyecto Medusa, en convenio entre la Armada y el Ministerio de Economía., por 62 millones de dólares. La ejecución se contrató con  Astilleros Asmar de Talcahuano y la firma noruega Skipsteknisk en el diseño de un “buque silencioso” para la detección hidroacústica de organismos marinos.

A fines del 2008 se inició la construcción del casco de acero y el montaje de los motores diesel, maquinaria de pesca, laboratorios y sensores electrónicos, lo cual quedó listo para ser probado luego de efectuar el deslizamiento al agua el 27 de febrero del 2010. Por consiguiente, la  marcha blanca del “Cabo de Hornos”, con todo su equipamiento, estaba planificada para el transcurso del año 2010…

La fecha queda ahora postergada en plazo indefinido. Aparte de sacar el buque del banco de arena, los daños del terremoto y tsunami impactaron mayormente a los astilleros y maestranzas de Talcahuano, en una  estimación de US $ 1.000 millones.
Trayectoria oceanográfica

Las operaciones MarChile y los cruceros de estudio del fenómeno El Niño fueron las primeras actividades de colaboración sistemática de la Armada con universidades nacionales, entre 1960 y 1992. Además, en el último año indicado se incorporó un auténtico buque oceanográfico que entregó la Marina norteamericana y que pasó a llamarse “Vidal Gormaz” en recuerdo de un destacado hidrógrafo naval.

En paralelo, en 1991 ingresó una nave de prospección pesquera construida para Chile por  el gobierno de Japón, denominada “Abate Molina” en homenaje al naturalista criollo del siglo XVIII.

Sin menoscabo de la labor que ha cumplido el “Vidal Gormaz”, con más de un millón de millas navegadas desde 1965, es evidente su limitación operativa y tecnológica para seguir asumiendo las tareas de las ciencias del mar y sus aplicaciones.

Rodrigo Núñez, oceanógrafo del proyecto Medusa, destaca: “La capacidad multipropósito del “Cabo de Hornos” permitirá efectuar en forma alternada investigación pesquera u oceanográfica, característica extraordinaria en los buques científicos.

Asimismo, el equipamiento logístico extenderá la autonomía de la nave en la Zona Económica Exclusiva de Chile que supera 3 millones de km2. Las operaciones  hacia la Antártica están señaladas en el nombre del buque: “Cabo de Hornos”.

Por Eduardo Reyes
Presidente ACHIPEC, Asociación chilena de periodistas científicos.

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