Puerto de Talcahuano seguirá cerrado a buques mercantes y pesqueros mayores.
SOLEDAD NEIRA Y FABIÁN ÁLVAREZ
TALCAHUANO.- Miles de toneladas de restos de naufragios ha retirado personal de la Armada desde la dársena de la Base Naval y las inmediaciones de este puerto, en la bahía de Concepción. Restos de electrodomésticos, mobiliario de casa, unos 300 contenedores, más de un centenar de vehículos, grúas, cargadores, decenas de buques pesqueros, lanchas, o lo que quedó de ellas hundidos o flotando, son hoy un peligro para la navegación.
"Hay más de un metro de fango en algunas partes y poca luminosidad, lo que dificulta el trabajo de los buzos", explica el comodoro Ronald von der Weth, comandante en jefe de la Fuerza de Submarinos de la Armada.
Él dirigió la primera fase de ubicación y despeje para que los buques de la Marina que venían con ayuda pudieran entrar.
Señalizaron con balizas los obstáculos sumergidos, pero hay otros más evidentes, como contenedores o barcos semivarados, especialmente en el sector de El Morro en Talcahuano.
Y más lejos, la punta de los mástiles de un pesquero hundido en medio de la bahía, a unos 12 metros de profundidad. La embarcación estaba en reparaciones en Asmar, y su armador contrató una inspección submarina para intentar reflotarla. Es el de mayor volumen aún sumergido, confirma el comodoro Von der Weth.
Buzos marcan ruta
Más de 40 buzos de salvataje de la Armada revisaron prolijamente el fondo marino para garantizar que no hubiera obstáculos mayores y marcar una ruta, dice Von der Weth.
Para la segunda fase se creó la Comisión de Rescate y Salvataje, que deberá definir materiales, estimar costos y fijar las prioridades para lo que se debe sacar o no.
Y para ello será vital el trabajo del "Cabrales", buque que tiene equipos para hacer la cartografía que revele cuáles fueron los cambios sufridos en el fondo marino de la bahía de Concepción frente a Talcahuano.
Miles de toneladas de sedimentos modificaron el fondo marino, que oscilaba entre 9 y unos 20 a 25 metros, y ahora se estima que subió en algunos sectores cerca de un metro.
"Con eso se va a normalizar el puerto y vamos a tener seguridad. Si hay un obstáculo, se marca, no hay problema, va a estar señalizado", dice Von der Weth.
Por ahora en la bahía sólo se permite la navegación de buques navales y pequeños pesqueros, pero las actividades portuarias deberán esperar por lo menos la nueva cartografía.
Subió la tierra
Hugo Arancibia, presidente de los pescadores artesanales de la Región del Biobío, plantea que será necesario modificar todas las cartas de navegación de la región, ya que la tierra habría subido al menos dos metros en la zona.
"Tenemos rampas y varaderos que están dos metros secos, producto de este fenómeno, y las rocas que estaban hundidas hoy día están más cerca de la superficie, lo que significa un peligro verdadero para la navegación, porque muchas no son detectables a la vista", afirma.
Arancibia asegura que mientras no se establezcan los puntos geográficos con exactitud, reconociendo los sectores que hoy han emergido, el trabajo de la pesca se tornará más difícil. A ello se suma que instrumentos, como radares y sonares que están adaptados a la cartografía existente, deberán ser actualizados.
Talcahuano requiere $226 mil millones para reconstruir
Un monto de $226 mil millones, el equivalente a siete veces y media lo recaudado por la Teletón "Chile ayuda a Chile" ($30 mil millones), requiere Talcahuano para su plan de reconstrucción, según afirmó su alcalde, Gastón Saavedra.
El programa incluye reconstruir la conectividad en la ciudad y con la intercomuna, el borde costero -el más devastado por el tsunami- en Tumbes y la bahía de Concepción, y los edificios públicos del casco histórico; entre ellos, el del municipio. Además, el plan incluye reponer luminarias, colectores de agua y pavimento.
En este monto están incluidas las futuras demoliciones y subsidios para desempleados, ya que se estima que 50 mil personas arriesgan sus trabajos.
También considera la reparación de viviendas, ya que hay 6.500 casas irrecuperables, 11.500 inhabitables, y 22 edificios serán demolidos, más un plan de reactivación económica para el sector pesquero y el comercio, hoy inexistente en el centro de la ciudad, sin agua y electricidad.
En Talcahuano se han retirado 3.840 metros cúbicos de escombros, el 43% de lo que se debe remover. La electricidad ha llegado al 90% de la comuna y el agua potable es lo más rezagado, con 60% de cobertura normal, según Essbío.
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