A días de la llegada de Nicolás Sarkozy, los parlamentarios aceptaron la oferta francesa de US$ 8.657 millones para financiar las naves, que tendrán tecnología Scorpene, y comprar 50 helicópteros.
En vísperas de una visita del Presidente francés Nicolas Sarkozy a Brasil, el Senado de ese país aprobó dos proyectos que autorizan al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva a obtener créditos externos por 6.088 millones de euros (8.657 millones de dólares) para la construcción de cinco submarinos y 50 helicópteros militares.
Con el pase parlamentario, Lula podrá cumplir con la promesa de fortalecer la rezagada defensa de su país, que delineó en la nueva Estrategia de Defensa, aprobada en diciembre de 2008.
Lula ha explicado que la modernización de las Fuerzas Armadas tiene por objetivo proteger mejor el inmenso territorio amazónico y las enormes riquezas petroleras descubiertas recientemente en el subsuelo de su plataforma continental.
Pero además el propósito de Brasil, dice AFP, es sentar las bases para una industria de punta en el área de defensa que esté a la altura de sus ambiciones de potencia mundial del siglo XXI.
Los recursos permitirán construir el equipo bélico en Brasil con tecnología francesa, con base a un acuerdo de transferencia tecnológica firmado en diciembre por Sarkozy con su par brasileño, especificó la agencia AP.
Del total de los créditos, 6.148 millones de dólares se destinarán a financiar la construcción de un submarino de propulsión nuclear y cuatro con motores diésel y electricidad, mientras que los otros 2.509 millones de dólares serán para fabricar 50 helicópteros de transporte EC-725 de la francesa Eurocopter.
"Son proyectos estratégicos fundamentales para la defensa y para la capacitación de nuestra industria", citó AP al ministro de Defensa, Nelson Jobim.
Los créditos para los submarinos vendrían de un consorcio formado por los bancos franceses BNP Paribas SA, Societé Générale, Calyon SA Crédit Industriel et Commercial y Natixis, así como el español Santander, que deberán desembolsar los recursos entre 2010 y 2024. Brasil pagaría los préstamos a lo largo de 20 años, entre 2010 y 2029.
En el caso de los helicópteros, los dineros vendrán de un consorcio de bancos formado por Societé Générale, BNP Paribas SA, Calyon SA y Santander.
En el caso del Programa de Desarrollo de Submarinos (Prosub), el acuerdo con Francia prevé la transferencia de tecnologías no nucleares.
Los componentes nucleares tendrán una tecnología desarrollada por la armada brasileña a lo largo de los últimos 30 años.
Prosub tiene un costo previsto de 9.655 millones de dólares, incluyendo recursos brasileños, que permitirán construir los submarinos en un astillero que será instalado en la localidad de Itaguai.
Los submarinos se basarán en el modelo francés Scorpene adaptado a las necesidades brasileñas, señaló AP.
Los helicópteros serán construidos en la planta de la empresa Helibrás en Itajubá, en el estado central de Minas Gerais.
Los 50 helicópteros que encomendó Brasil se repartirán en partes iguales entre las tres ramas de las fuerzas armadas, cada una de las cuales recibirá 16.
La Fuerza Aérea recibirá los dos restantes para el transporte de autoridades.
Equipos
En los últimos cinco años, las compras brasileñas de armamentos franceses aumentaron en 175%, mientras que las de equipos estadounidenses se incrementaron sólo en 38%.
La participación francesa podría aumentar si se confirman los pronósticos de que el grupo galo Dassault ganará la licitación abierta por la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para adquirir 36 nuevos aviones caza.
Los Rafale fabricados por Dassault, según DPA, están entre los tres finalistas de la licitación, conjuntamente con los F-18 E/F, de la estadounidense Boeing, y el Gripen, de la sueca Saab.
4.000 millones de dólares adicionales gastará Brasil en renovar su flota de aviones caza.
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