El comandante en jefe de la Armada repasa el perfil del máximo héroe chileno, tan estudiado en este momento, mientras se apresta a terminar sus 45 años en la institución.
SERGIO ESPINOSA V.
Reconoce que este 21 de mayo fue especialmente emotivo para él. Fue su último vistiendo el uniforme. El 18 de junio próximo, Rafael Codina Díaz (59 años, casado, siete hijos) pondrá fin a 45 años en la Armada, de los cuales los últimos cuatro fueron dirigiéndola. "Mientras estábamos en la ceremonia pensaba que estuve 43 veces desfilando o a bordo de un buque en una ceremonia del 21 de mayo", rememora con cierta nostalgia. Pero dice que se ha ido preparando para esa fecha. Más tiempo con la familia y los amigos, arraigarse en Viña del Mar y explorar una posible docencia en alguna universidad serán sus prioridades cuando se vista de civil.
-¿Ningún interés en seguir una carrera política, como algunos de sus antecesores?
"No, yo prefiero tener una vida más tranquila. La actividad política es tan demandante como ser comandante en jefe".
-La Armada terminó el proceso de renovación de su escuadra. ¿Dónde está ubicado el poderío naval chileno a nivel regional?
"En cuanto a preparación profesional estamos entre las mejores del mundo; por empleo de los medios no tenemos nada que envidiarle a la OTAN. Y por cantidad de medios, la Marina brasileña es la más grande, pero nosotros debemos ser la segunda marina en América del Sur".
-Me imagino que ya vio el capítulo de Héroes dedicado a Arturo Prat. ¿Qué tanto se involucró la Armada en la producción de la película?
"Cuando se dio la avant-première tenía invitado al comandante en jefe de la Armada de Sudáfrica y no la pude ver, pero los almirantes y comandantes que la vieron me dijeron que es excelente, así que espero este fin de semana verla tranquilo. Hicimos un trabajo conjunto con los historiadores, se analizó con Canal 13 la línea editorial que iba a tener, el rigor histórico de los hechos que se relatarían e hicimos sugerencias, pero el director le imprime su propio sello".
-El historiador Alfredo Jocelyn-Holt dijo que había que salvar a Prat de la Armada, porque se le ha elevado a la calidad de santo al que se le prenden velas.
"No comparto esa opinión. A Prat, no sólo en la Armada, sino que también en gran parte de la ciudadanía, se lo mira como un personaje normal que tuvo un acto heroico. Fue buen padre, buen esposo, buen hermano, buen profesional, que no sólo se quedó tranquilo con ser marino, sino que además estudió otra profesión y fue abogado, con un sentido social de hacer clases gratis a una escuela nocturna en Valparaíso y soportando el rigor de la vida del marino, al que se le murió una hija. Eso hace que uno vea a Prat como un ser excepcional, pero no es una animita ni una estampilla. Si 130 años después gran parte de los chilenos se siguen acordando de Prat como se lo recuerda, es por algo".
-¿Qué tanto cree que los chilenos conocen al hombre más que al mito?
"Si uno se pregunta qué defectos pudo haber tenido, quizás era excesivamente serio y poco comunicativo, pero son detalles, comparados con todo lo que hizo. A lo mejor a la juventud le entra más el mito que lo real, pero si la gente va a la lectura real de Prat se dará cuenta de que no era un mito, sino una realidad".
-Los restos de la Esmeralda están destinados a desaparecer. ¿No deberían ser rescatados antes de que sea demasiado tarde?
"Con el paso de tiempo el sedimento la va a empezar a cubrir. Entonces a lo mejor hay que retirar algunas cosas que pueden ser mostradas a los chilenos, como las anclas, el timón, las hélices, algunos mástiles que están casi completos, cañones... Si van a quedar sumergidas y tapadas por sedimento, es mejor tenerlas acá".
-¿Han debido tener algún cuidado especial en el resguardo de la soberanía en el territorio marítimo que Perú está reclamando en La Haya?
"No hemos variado en nada nuestro sistema de control, lo hemos ejercido igual que siempre. Tampoco ha habido oposición de nadie cuando han traspasado el límite marítimo y han sido detenidos. Es más, hay naves pesqueras peruanas que cuando pasan el límite marítimo informan, porque ellos no van a pescar a aguas nuestras, sino que las cruzan y salen a alta mar hacia el sur y pescan en alta mar".
-Usted fue el primer comandante en jefe de la Armada que visitó Bolivia...
"Yo siempre me encontraba con el comandante en jefe de la Marina boliviana en reuniones internacionales. Ahí nació el interés de hacer un acercamiento, porque si bien es cierto que Bolivia no tiene mar, tiene un lago que es un verdadero mar interior, 10 mil kilómetros de ríos navegables y una fuerza efectiva de 7 mil personas, entonces tampoco es una Marina muy pequeña".
-Visto con distancia, ¿no fue un poco chocante cuando se vistió con un traje altiplánico para navegar en el Titicaca?
"Fue la foto la que impactó. Yo aquí he visto un montón de visitas que se ponen una tenida de huaso. De partida, era una balsa civil, no de la Marina, donde las personas que la maniobraban estaban con esas vestimentas, y ellos me invitaron a bogar para que viera lo difícil que era bogar en altura, y ahí me dijeron que tenía que hacerlo con la tenida de la tripulación. Hay gente que lo puede mirar de otra forma, pero esa fue la realidad".
-¿Le molestaron las críticas?
"He escuchado tantas críticas en mi vida, que no le tomé importancia porque no venían al caso. Si fui en son de paz, por qué no voy a vestir con la tenida típica de una región. Si voy a Isla de Pascua y me dicen que me ponga la tenida pascuense o si voy a Nueva Zelandia y me piden que me vista de maorí, no tiene nada de malo".
-La semana pasada, el guardiamarina del buque-escuela Esmeralda Jaime Hott quedó detenido en Quebec por protagonizar una riña. ¿En qué va esa investigación?
"Él llegó el viernes a Santiago y la idea era que se fuera a su casa a ver a su familia y volver la próxima semana. Este joven, que me imagino estaría con algunos grados de alcohol de más, se metió a un yate donde había una pareja que me da la impresión estaba durmiendo, y el hombre cuando sintió un ruido se asomó y ahí vino un forcejeo. Creo que el guardiamarina fue lanzado al agua, él se levantó, subió al buque y tomó un extinguidor y se lo vació a esta persona. Otro yatista que estaba cerca pensó que era un incendio, vino a cooperar y terminó peleando también con el otro yatista. Eso fue la riña".
-¿Él iba solo?
"Solo. Eso es lo que quiero investigar, porque normalmente los guardiamarinas van acompañados.
-¿Qué tipo de sanción se le aplicará?
"Por la trascendencia que ha tenido y por el hecho mismo, es una falta gravísima. Perjudica la imagen institucional, del país y de la Marina; entonces todas esas cosas hay que sopesarlas, e indudablemente al ser una falta gravísima la sanción menor es una amonestación que lo deja en lista 3, hasta el licenciamiento de su servicio".
-Hace 10 años ocurrió un hecho similar con otro marino de la Esmeralda en Malta. ¿No se aplicaron medidas más drásticas entonces para evitar que estos hechos volvieran a ocurrir?
"Eso lo hacemos permanentemente, y no sólo en la Esmeralda, sino que en todos los buques. Hay fragatas que van a Hawai, a Panamá, entonces no sólo a los guardiamarinas, sino que a toda la dotación, se les dice cómo deben comportarse, y lo cumplen. Este es un caso muy especial, que me tiene medio sorprendido".
-La Armada inauguró en Punta Arenas la segunda base naval más grande del país, concentrando las torpederas que antes estaban en Puerto Williams. ¿No es un síntoma del progresivo abandono en que se encuentra esta localidad? Ushuaia ha aumentado enormemente su población en los últimos 40 años gracias a una política de Estado y en Chile no ocurre lo mismo.
"Esa es la opción que eligió cada país y escapa a la Marina. Puerto Williams lo creamos como base naval para ejercer soberanía, después fue creciendo y luego de nuestro cuasi conflicto con Argentina no hubo necesidad de tener las torpederas, como teníamos antes, entonces la Marina se quedó con la gobernación marítima y una estación para salvataje marítimo. Pero esa ha sido la política de Chile en mucho tiempo. Yo estuve el año 71 en Puerto Williams, éramos 600 y Ushuaia creo que eran 2 mil; ahora Puerto Williams son 2 mil y Ushuaia 45 mil, pero eso fue una política de Estado de Argentina que quiso potenciar esa zona con sus propias políticas de subsidios, y Chile ha tenido otra forma de enfrentarlo. Punta Arenas también influye en desmedro de Puerto Williams. Los argentinos no tenían en una zona tan austral una ciudad grande, en cambio nosotros teníamos a Punta Arenas".
-Pero a Ushuaia ya la prensa extranjera la considera la puerta de entrada natural a la Antártica y tiene el segundo tráfico de contenedores después de Buenos Aires. Los cruceros marítimos y expediciones científicas pasan por ahí... ¿no afecta todo eso la proyección de la soberanía chilena sobre la Antártica?
"Esas son políticas de Estado, pero hay una cosa que como marino y conocedor de la zona puedo decir: comparándolo con Puerto Williams, Usuahia tiene una bahía que permite un desarrollo como el que ha tenido. Puerto Williams no, porque es una bahía pequeña, pero el apoyo antártico lo podemos dar perfectamente desde Punta Arenas".
"Por cantidad de medios, la Marina brasileña es la más grande, pero nosotros debemos ser la segunda marina en América del Sur".
24 may 2009
Almirante Rodolfo Codina: "Prat fue un ser excepcional, pero no es una animita ni una estampilla"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario