25 ene 2009
Hamas podría terminar sacando provecho político de la operación "Plomo Fundido"
Israel pudo haber dañado la estructura militar del grupo islamista, pero no lo elimina como un actor en la región.
XIMENA VILLALÓN MUSSONS
Debilitado militarmente por la más importante ofensiva lanzada por Israel contra Gaza, el movimiento islamista palestino Hamas podría, sin embargo, no salir tan mal parado políticamente del conflicto, e incluso convertirse en un actor ineludible en la región.
"Esta batalla ha probado que la fuerza por sí sola no dará seguridad a la entidad sionista (Israel) y que la paz no se logrará a costa de los derechos palestinos", dijo hace unos días Jaled Meshaal, el líder de Hamas en Siria. "Ya es tiempo de hablar con Hamas", agregó.
El movimiento radical islámico es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. Israel se niega a negociar con Hamas, que, por su parte, no reconoce el derecho a la existencia de Israel y usa la Franja de Gaza para lanzar regularmente cohetes hacia territorio israelí.
De hecho, esa fue la razón esgrimida por Israel para lanzar la operación "Plomo Fundido", que acabó la semana pasada y dejó 1.200 muertos, la mitad de ellos civiles.
La ofensiva asestó un duro golpe a la capacidad de lucha de Hamas y puso en el tapete la división en el liderazgo de la organización, entre los dirigentes basados en Gaza, como el Primer Ministro Ismael Haniyeh, y los que están en Damasco, como Meshaal (uno de los líderes más duros y el nexo con los financistas internacionales del grupo, especialmente Siria e Irán), ya que estos últimos se mostraban más reticentes a llegar a un cese el fuego con Israel.
Divisiones internas
"Hamas trata de proyectar la imagen de un movimiento que habla con una sola voz, pero es innegable que hay divisiones entre el liderazgo que está en Gaza y el que está en el exilio, básicamente en Damasco", dice a "El Mercurio" Gawdat Bahgat, director del Centro de Estudios de Medio Oriente de la Universidad de Pennsylvania.
Sin embargo, los analistas también reconocen que estas diferencias son cosa más de forma que de fondo. "Los desacuerdos son más que nada de énfasis. No hay una verdadera división en el liderazgo", afirma a este diario Nathan Brown, especialista de la Universidad George Washington.
Los especialistas agregan que no puede decirse que con la ofensiva militar israelí Hamas haya sido destruido. Además, aseguran que la tregua declarada hace unos días ayudará al movimiento islámico a suavizar sus discrepancias internas.
"Necesitan ordenar la casa para poder sentarse a negociar con Israel", explica Bahgat.
Unas negociaciones que podrían haber sido impulsadas por la ofensiva militar. "Está claro que éstas no son conversaciones para acabar un conflicto, sino para determinar las condiciones de un alto el fuego, pero servirán para que ambas partes pongan en el tapete cuáles son sus objetivos a corto plazo y en qué posición están el uno frente al otro", dice Brown.
De hecho, el viernes partió a Egipto una delegación de Hamas que mantendría negociaciones indirectas con el enviado del ministerio de Defensa israelí, Amos Ghilad.
BRIGADAS
> EL BRAZO militar de Hamas son las Brigadas Izzedin al Qassam, con unos 30 mil hombres armados, según diversas fuentes de inteligencia occidentales.
Õ Relaciones con Al Fatah
La guerra con Israel también podría haber servido a Hamas para erigirse ante los palestinos como el representante más fiel de sus objetivos, en comparación con un Al Fatah -el movimiento del Presidente palestino, Mahmoud Abbas- muy debilitado políticamente.
"Uno de los perdedores principales de esta ofensiva es, sin duda, Al Fatah, porque aunque condenó a Israel, no apoyó totalmente a Hamas", dice Gawdat Bahgat.
La Autoridad Nacional Palestina de Abbas actualmente tiene poder exclusivamente en Cisjordania, tras haber sido expulsada de Gaza por Hamas en 2007. Además, depende en gran parte de la ayuda de Occidente.
"Hamas siente que Al Fatah fue cómplice de Israel, mientras que Al Fatah ve a Hamas como un movimiento que detenta el poder ilegalmente en la Franja de Gaza", añade Nathan Brown.
Los analistas no ven mucha salida a esta situación. "Si Al Fatah y Hamas son capaces de trabajar juntos, dependerá en gran medida de cómo Al Fatah reaccione en las próximas semanas, si aprovechan la tregua para intentar llegar a un compromiso con Hamas. Pero hay mucha desconfianza en ambas partes", explica Bahgat.
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