Soltó amarras y sin tripulación encalló en la Isla de los Reyes, luego de recorrer la bahía de Concepción cual barco fantasma.
FABIÁN ÁLVAREZ
TALCAHUANO.- En la isla Quiriquina, en la bahía de Concepción, está el casco del destructor "Cochrane" a la espera de su desguace para venta como chatarra. Dado de baja a fines de 2006, su indómito espíritu para surcar las aguas salió a flote durante el maremoto del 27 de febrero. Y es que sin capitán ni tripulación, cual barco fantasma, soltó amarras y dejó el Molo 500, en la base naval de Talcahuano, para salir a navegar en medio de la catástrofe.
Desde la unidad naval lo vieron dar su último viaje guiado sólo por las corrientes, durante casi dos días. Estuvo a punto de llegar a mar abierto, pero volvió a la bahía y varó en la Isla de los Reyes, donde operan empresas pesqueras, sin provocar daños.
Sus 158,7 metros de eslora y 5.800 toneladas podían ser apreciados desde tierra, mar y aire, ya que tras el maremoto quedó en la ruta Interportuaria, justo en la línea de aproximación de los vuelos comerciales al aeropuerto Carriel Sur.
Hace unos días fue desvarado, y como en todo gigante viejo (alcanzó a estar en servicio 36 años, 22 de ellos para la Armada), las maniobras no fueron fáciles. Un remolcador naval y otros dos particulares trabajaron tres horas y media para sacarlo de su siesta y llevarlo a la isla Quiriquina.
Allí, protegido de los vientos del norte, se espera que apacigüe su alma aventurera. En medio de la bahía recibirá los honores de quienes recuerden sus hazañas, como su participación en la Guerra de las Malvinas, sirviendo a la Marina inglesa, donde recibió en los baños de popa un impacto de una bomba de 1.000 libras, que no explotó.
El ex DLH "Almirante Cochrane" es el último destructor misilero portahelicópteros que tuvo en servicio la Armada y es una de las cuatro naves que ya han sido recuperadas por el Comando de Rescate y Salvataje de la Armada, creado tras la catástrofe del 27 de febrero.
Este grupo de 200 profesionales y técnicos tiene la misión de desvarar y reflotar las unidades navales que sucumbieron a la marea de hasta 15 metros de altura que azotó a la base naval de Talcahuano.
Para estas maniobras de apoyo de salvataje -materiales, soldaduras, grúas y servicios, entre otros- se han destinado US$ 2 millones, explicó el contraalmirante Giancarlo Stagno, quien está al mando del Comando de Rescate y Salvataje de la Armada. Precisó que la recuperación de los navíos estará cumplida en agosto próximo, mientras que la limpieza de la bahía recién a fin de año.
Misión de rescate
El monitor "Huáscar" fue el primero en ser reposicionado en Talcahuano. Sólo una amarra no se cortó durante el terremoto y maremoto, y hoy luce paralelo a la costa. El equipo de la Armada trabaja por estos días en desvarar la lancha misilera "Chipana", que estaba en reparaciones en Asmar para el terremoto. Deben desplazarla 30 metros para lanzarla al mar, en una tarea que ha requerido importar tecnología. En forma paralela se trabaja en sacar desde arriba de un muelle el dique flotante "Manterola".
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