7 dic 2008

Gobierno peruano estudia sanciones por exagerada despedida de Donayre

"Un general no es un torero ni los miembros de las fuerzas armadas son banderilleros", dijo la autoridad.

El ministro peruano de Defensa, Antero Flores-Aráoz, dijo ayer en Lima que le pareció una exageración la forma en que se despidió al ahora ex jefe del Ejército de Perú, general Edwin Donayre -cuyas expresiones antichilenas provocaron un incidente diplomático con Chile-, por lo que no se descarta aplicar sanciones al interior de la institución castrense.

El general Donayre, quien el viernes lloró en su discurso de despedida, montó un caballo al final de la ceremonia para realizar su última revista a sus soldados y luego fue alzado en hombros por un grupo de militares, en un acto poco usual en la base central del Ejército, conocido como "Pentagonito".

El ministro Antero Flores-Aráoz, aseguró que se analiza la aplicación de sanciones a los soldados que cargaron en sus hombros al comandante general saliente.

"Voy a estudiar, voy a ver bien los videos, voy a ver las fotos. Lógicamente se verá lo que se hace más adelante", declaró en referencia a la ovación fuera del protocolo militar que recibió el ex jefe militar.

"Hay que ver cuál es la calificación, de acuerdo con el reglamento de medidas disciplinarias de las Fuerzas Armadas", expresó el ministro a la prensa.

Flores-Aráoz se mostró escéptico respecto de la "espontaneidad" de los militares y civiles en la parte final de la ceremonia. "Una cosa es el reconocimiento y la simpatía que puede existir" por un jefe, pero la exaltación de la figura de Donayre fue una "actitud clarísimamente preparada".

El ministro de Defensa precisó "que lo lleven en hombros no se hace en una instalación militar ni por militares. No estamos en la Plaza de Acho. Un general no es un torero ni los miembros de las fuerzas armadas son banderilleros"

Flores-Aráoz -quien abandonó la ceremonia de cambio de mando militar antes de su término-, dijo a la radioemisora peruana RPP que lo observado el viernes "fue una exageración, fue demasiado; entonces me obligó a retirarme".

Donayre, controvertido por sus constantes y polémicas declaraciones, fue reemplazado por el general Otto Guibovich, quien en su discurso de toma de mando del Ejército peruano pidió fortalecer la disciplina militar e invocó a los militares a no tener injerencias en temas políticos.

El senador Sergio Romero (RN), presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara Alta, criticó la exageración del homenaje de despedida que se hizo al general Donayre. Sostuvo que "se ensalzó la figura de un agraviador", a quien se presentó como víctima y a los chilenos como victimarios.

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