Otros dos asaltos piratas disparan la tensión en las aguas de Somalia

En las últimas horas, los secuestradores soltaron un barco hongkonés, pero apresaron uno tailandés y otro griego. Una fragata india destruyó a tiros un buque nodriza, cuyos tripulantes lograron huir en dos lanchas.
Liberan uno y secuestran otros dos más. La actividad de los piratas somalíes, especialmente activos desde que arrancó la semana, ha desbordado a las fuerzas navales que patrullan la zona, a la vez que han hecho saltar todas las alarmas entre la flota que opera en aguas frente al país. Tras el apresamiento del superpetrolero Sirius Star , de 330 metros de eslora, y el asalto del carguero de Hong Kong Delight , cada uno de ellos con 25 personas a bordo, los apresamientos continuaron ayer con la toma de control por parte de los delincuentes de un pesquero tailandés con bandera de Kiribati, con 16 tripulantes, y de un mercante griego del que apenas han trascendido datos.
Al tiempo que sumaban dos embarcaciones al botín, los piratas dejaron en libertad el buque con bandera de Hong Kong Great Creation , que permanecía en su poder desde el pasado 18 de septiembre. El barco navegaba ayer hacia el puerto de Abu Dabi con sus 25 tripulantes a bordo.

Pero ni siquiera esa liberación permite vislumbrar una mejoría. La situación se ha complicado de tal manera que ni siquiera los expertos ven una salida. «La situación se ha vuelto ya incontrolable», asegura Noel Choong, director del Centro de Observación de la Piratería de la Oficina Marítima Internacional (IMB por sus siglas en inglés), con base en Kuala Lumpur. Choong reclamó, además, cambios en la estrategia de las fuerzas internacionales presentes en la zona. «La ONU y la comunidad internacional deben hallar la manera de poner fin a esta amenaza», de otro modo, «en ausencia de disuasión, con riesgos débiles y la perspectiva de ganancias elevadas para los piratas, los ataques van a continuar», dijo. A juicio del experto en piratería, «Estados Unidos y la comunidad internacional deben hacer cesar esta amenaza».
Enfrentamiento en el Índico
Y aunque tanto la Marina estadounidense como la flota de la OTAN han descartado una acción militar para liberar los buques apresados, dados los riesgos que entraña para la tripulación apresada, los primeros enfrentamientos ya se han producido. Si la semana pasada una fragata británica acababa con la vida de al menos dos piratas en su primer enfrentamiento en el mar desde la guerra de las Malvinas, el martes un buque indio destruyó un barco nodriza de los piratas tras un intercambio de disparos, según informó un portavoz de la Armada india.
El fuego se abrió después de que la fragata INS Tabar , desplegada en el golfo de Adén en el marco de la lucha contra la piratería marítima, pidiese al navío que se detuviera. Como única respuesta recibió una ráfaga de disparos desde la supuesta nave nodriza, con lo que la fragata india contraatacó abriendo fuego contra el barco, lo que causó varias explosiones a bordo -se supone que por la munición que llevaba en el interior-, que provocaron un incendio en el buque. Los piratas se dieron a la fuga en las dos lanchas que la embarcación llevaba a remolque. La INS Tabar persiguió a una de las dos lanchas, que más adelante encontró abandonada, mientras que la otra logró huir, aprovechando la oscuridad de la noche.
También es partidaria del ataque Rusia. Ayer, su embajador ante la OTAN, Dimitri Rogozin, propuso organizar una misión militar terrestre en la costa de Somalia para acabar con las bases de los piratas, en coordinación con la Alianza Atlántica y la Unión Europea. «Todos sabemos que es en tierra donde los piratas tienen sus nidos, y debería hacerse una causa común para acabar con ellos», además de mantener las operaciones navales previstas, opinó Rogozin en rueda de prensa.
Ataques desde enero
Los datos del Centro de Observación de la Piratería de la Oficina Marítima Internacional indican que desde el pasado mes de enero, los piratas atacaron a 94 barcos frente a las costas de Somalia y en el golfo de Adén. De ellos, 38 fueron secuestrados, 18 de los cuales siguen en manos de los piratas con un total de 250 tripulantes a bordo, de los que más de la mitad son de nacionalidad filipina.
20/11/08
LA VOZ DE GALICIA