Tras la toma del buque más grande de la historia.
Abu Dhabi (EFE, AFP, Reuters, ANSA y DPA) - El superpetrolero saudita secuestrado por piratas en el océano Indico y cargado con dos millones de barriles de crudo atracó ayer en un puerto somalí, al tiempo que crece la preocupación mundial ante la amenaza que representan estos grupos de delincuentes de la región que día a día aumentan la audacia de sus ataques.
El asalto al «Sirius Star», el mayor buque secuestrado hasta ahora por bandidos somalíes, provocó la condena de Arabia Saudita, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores calificó a la piratería como un «mal» en aumento, comparándolo con el terrorismo. Los expertos aseguran que pocos barcos pueden sentirse seguros ahora en las aguas del Índico y apuestan porque las empresas busquen nuevas rutas, aunque esa opción incrementaría los gastos del transporte.
El jefe del Estado Mayor conjunto de EE.UU., Michael Mullen, reconoció que los piratas «están muy bien armados y tácticamente son muy buenos». Mullen, que se mostró «sorprendido» porque actuaron en tan alta mar, destacó la dificultad de realizar una intervención armada contra los piratas porque poseen rehenes.
Ante esta difícil situación, la OTAN está estudiando prolongar su plan contra la piratería más allá del próximo mes para reforzar la misión de la UE que a mediados de diciembre tomará el relevo a la de la Alianza Atlántica.
Los temores aumentaron al conocerse que un carguero de Hong Kong también fue secuestrado en el golfo de Aden, cerca de las costas de Yemen, según informó ayer el Centro de Investigación y Rescate Marítimo de China.
El barco, llamado «Delight» lleva a bordo una tripulación de 25 miembros (se desconoce su nacionalidad) y una carga de 36.000 toneladas de trigo. La nave fue atacada cuando se dirigía al puerto de Bandar Abbas en Irán, según el centro marítimo citado por la agencia «Xinhua». Posteriormente, la marina alemana informó que su fragata «Karlsruhe» había abortado dos ataques piratas contra dos barcos en las últimas horas de ayer, incluido uno de bandera británica.
El «Sirius Star», uno de los petroleros más grandes y más nuevos de toda la flota mundial, se encuentra ahora anclado en el puerto de Harardhere, a unos 300 kilómetros al norte de Mogadiscio, según adelantó Bile Mohamoud Qabowsade, asesor del presidente del estado separatista de Puntland.
El superpetrolero viajaba con una tripulación de 25 personas (de nacionalidad británica, filipina, polaca, croata y saudita) y una carga valorada en 100 millones de dólares.
El barco, del tamaño de tres canchas de fútbol y de un peso equivalente a tres veces al de un portaaviones norteamericano, fue atacado en alta mar, a más de 450 millas náuticas (800 kilómetros) al sudeste de la ciudad de Mombasa, en Kenia. Este fue, hasta ahora, el punto más alejado del radio de acción habitual de los piratas somalíes. En el transcurso del año, éstos ya atacaron más de 90 barcos extranjeros en el océano Indico y en el golfo de Aden, más del doble del balance de 2007, según la Oficina Marítima Internacional.
Según Cirus Mondy, director de la Oficina Marítima Internacional (IMB) en Londres, los piratas mostraron en los últimos meses un incremento de su capacidad logística y militar. El modus operandi de los piratas somalíes se repite, «tienen un barco que lleva naves más pequeñas para los ataques», destacó Mody. «Tienen armas livianas, como las AK-47, y tal vez lanzamisiles. Se acercan al buque y comienzan a disparar contra el puente de comando, luego lo abordan usando cables y rampas, y toman el control», indicó.
19/11/08
AMBITO FINANCIERO
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