29 sept 2008

Una banda de piratas desafía el poder de Moscú y Washington

Abordó un barco cargado con armas. Tensión en aguas de Somalia.
MOGADISCIO, Somalia. En una decisión que podría llevar a una insólita batalla naval entre dos superpotencias y piratas africanos, y en una dramática reacción ante el secuestro, anteayer, de un barco ucraniano con 33 tanques de guerra y 21 tripulantes a bordo, Estados Unidos y Rusia enviaron buques de combate a Somalia.
Hasta ahora los piratas de Somalia venían siendo un dolor de cabeza para las embarcaciones que se aventuraban en la región, con frecuentes secuestros de buques comerciales, pero también de veleros para viajes de placer.
Pero anteayer, según Washington y Moscú, cruzaron un límite al irrumpir en el buque ucraniano Faina que transporta 33 tanques rusos T-72, lanzagranadas y abundantes municiones destinadas al gobierno de Kenya.
"Exigimos un rescate de 35 millones de dólares porque tenemos en nuestro poder un buque con un precioso equipo militar a bordo", dijo uno de los piratas, identificado como Janune Ali Jama, a una radio somalí.
Se trata del mayor rescate exigido por el secuestro de una embarcación en el área. No obstante, la CNN informó que la cifra fue posteriormente rebajada a cinco millones de dólares.
El secuestro de la embarcación, confirmado por el gobierno ucraniano, provocó inquietud en servicios de inteligencia occidentales, que temen que el armamento caiga en manos de grupos terroristas como Al-Qaeda.
También determinó que Rusia enviara anteayer una fragata misilística, la Neustrashimy, al área para intentar recuperar el buque, según confirmaron fuentes de la armada rusa, aunque Moscú evitó precisar oficialmente la razón del envío de la embarcación.
Según la cancillería ucraniana, la tripulación del Faina está integrada por 17 ucranianos, incluido el capitán, tres rusos y un letón.
Mientras tanto, un destructor norteamericano, el USS Howard, se aproximó ayer al barco ucraniano secuestrado, con el propósito de asegurar que los piratas no trataran de llegar a tierra firme para descargar el armamento o internar a la tripulación en territorio somalí.
La acción del destructor, equipado con misiles antiaéreos, torpedos, cohetes antisubmarinos, y ametralladoras en cubierta, se produjo pese a que Jama había pedido a Francia y Estados Unidos, que patrullan asiduamente la región, que se abstuvieran de intervenir militarmente.
"Si Francia y Estados Unidos intervienen militarmente, la responsabilidad por lo que suceda recaerá sobre ellos", dijo, y advirtió que sus hombres matarán a la tripulación del buque e incendiarán la nave antes de que sean atrapados por las fuerzas navales internacionales.
Jama dijo que cuando sus hombres abordaron el Faina, el capitán del buque los recibió con una pistola en la mano y trató de defenderse. "Pero lo desarmamos rápidamente", añadió. El pirata se negó a informar adónde fue llevado el barco, pero fuentes en Haradhere, 410 kilómetros al norte de Mogadiscio, confirmaron que éste se encuentra fondeado frente al pueblo de Jaban, a medio camino entre aquella localidad y el puerto de Hobyo, 120 kilómetros más al Norte.
Varias localidades del área se encuentran bajo control de las milicias islámicas que se oponen al Gobierno de Transición Somalí, que se mantiene en Mogadiscio gracias al apoyo de las fuerzas militares enviadas por la vecina Etiopía en diciembre de 2006.
Jama advirtió asimismo que el gobierno de Kenya debe contactarlos directamente para negociar el rescate del barco.
"Si Kenya no se contacta directamente con nosotros desembarcaremos las armas, incluyendo algunos de los vehículos blindados", dijo el vocero del grupo pirata.
Por su parte, el gobierno keniano, que confirmó que el cargamento de armas a bordo del Faina está destinado a sus fuerzas armadas, informó que está en contacto con "agencias marítimas internacionales y otros aseguradores" para tratar de brindar seguridad al buque, su tripulación y la carga.
Nairobi, reacio a negociar
"El gobierno kenyano está siguiendo activamente la situación y brindará una actualización de la misma tan pronto como sea posible", dijo el vocero gubernamental, Alfred Mutua.
El funcionario puntualizó, sin embargo, que "debido a que el buque no llegó a Mombasa [el puerto kenyano de destino], la responsabilidad por la seguridad de la carga recae en la compañía armadora".
"Kenya no está enterada de que haya sido hecha una demanda creíble [de rescate]", dijo Mutua, en una declaración publicada en su sitio web. Y añadió que su país "no negocia ni va a negociar con criminales internacionales, piratas y terroristas".
En los últimos dos meses, cerca de veinte barcos han sido secuestrados en las aguas del Cuerno de África, donde en lo que va del año al menos 55 embarcaciones han caído en poder de piratas fuertemente armados.
En varias ocasiones, los piratas retuvieron a las tripulaciones de los barcos durante varias semanas hasta recibir el rescate, que usualmente ha sido de un millón de dólares por cada una de las embarcaciones, pero ésta es la primera vez que capturan un cargamento de armas y piden una suma tan elevada por su liberación.
Anteayer, los piratas somalíes abordaron también un buque cisterna griego con un cargamento de productos químicos, el Captain Stephanos, con 19 marinos.
Según el Centro de Información sobre la Piratería, los ataques pirata en el golfo de Adén y el litoral somalí han aumentado significativamente, y en lo que va del año han sido secuestrados al menos 60 buques, quince de ellos aún en manos de sus captores.
Dos antecedentes de peso
El actual copamiento del carguero ucraniano Faina y del buque cisterna griego Captain Stephanos por parte de los piratas somalíes tiene dos resonantes antecedentes que se produjeron este mismo año.
El más reciente fue el del pesquero vasco Playa de Bakio, con 26 tripulantes, 13 de ellos españoles, secuestrado por piratas cerca de las costas de Somalia.
La tripulación fue liberada el 26 de abril pasado después de seis días de cautiverio y de dramáticas negociaciones, según afirmó el gobierno español, que evitó aclarar en la oportunidad si se pagó un rescate o no.
Otro caso fue el del velero de lujo Le Ponant, con 30 tripulantes, que fue liberado después de un espectacular operativo de helicópteros militares franceses, aunque también se especuló sobre que se había pagado rescate. Los piratas fueron capturados.
Tras el caso de Le Ponant, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, dijo que su país no dará tregua a los piratas que actúan en la costa de Somalia y el golfo de Adén.
Agencias EFE y AP
28/09/08LA NACIÓN

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